mis amigas, las células

imagen de la exposición Paisajes Neuronales
álbum de El coleccionista de instantes

¿Sabes cuántas células forman tu cuerpo?

Alrededor de 100.000.000.000.000.

¿Y sabes que todas ellas están dispuestas a hacer exactamente lo que les digas?

Estos cien billones de células, servidoras fieles, cumplen con todas sus funciones respondiendo a todos tus pensamientos, sentimientos y creencias.

Una vez que comprendemos esto surge la necesidad de comenzar un cambio en nuestra manera de relacionarnos con el entorno y sobre todo, en principio, con nosotros mismos.

Las creencias que acarreamos a lo largo de nuestra vida son vibraciones que nuestras células están recibiendo una y otra vez, cada día, cada segundo. Y cada una de ellas transmite este código a las nuevas miles y miles de células que se renuevan constantemente.

Todo pensamiento es un nutriente, un alimento, pertenece a lo sutil, a lo intangible, pero es un nutriente en el sentido que cada uno de ellos forma parte de nuestro ser, cada célula de nuestro cuerpo responde a la vibración del pensamiento.

Con cada pensamiento el cuerpo vibra hasta niveles atómicos. Su repetición constante genera una realidad en nuestro interior y por esa realidad regimos nuestra vida.

Por esto es tan fundamental nutrirse de pensamientos positivos, tal vez te resulte extraño pero es una verdad irrefutable que un pensamiento puede tener efectos curativos así como también puede tener el poder de enfermar; al ser repetido una y otra vez, toda la actividad se organiza entorno a él, influyendo en el equilibrio y armonía de nuestra salud.

Cuerpo y mente forman parte de una misma energía; y este admirable sistema viviente, este conjunto de células que componen nuestro cuerpo físico es el espejo de esa otra energía, la energía de la mente.

Cada pensamiento genera un efecto, cada célula recibe la vibración de ese pensamiento, cada una de ellas es una unidad de inteligencia y todos las células de nuestro cuerpo trabajan en conjunto generando una única inteligencia en pro de una salud perfecta. Una prueba de este poder de los pensamientos sobre nuestra salud es, por ejemplo, el efecto placebo, o, según científicos del Institute of HeartMath, por mencionar sólo uno, se ha demostrado que los sentimentos y pensamientos positivos fortalecen el sistema inmunitario; se sabe además, por experiencias tan conocidas como las del Dr Masaru Emoto. que el pensamiento puede modificar la estructura del agua, el componente esencial en nuestra vida.

Entonces, si el pensamiento posee semejante poder, "será necesario que uno se siente a hablar consigo mismo, por más estúpida que tal actitud pueda parecer; se trata de convocar una reunión de los miembros del directorio de nuestro propio ser, y dejar que la mente, el cuerpo y el espíritu den unos cuantos pasos decisivos para cambiar las cosas" (entre comillas palabras del Dr. Robert Svoboda, primer occidental graduado en la India en Medicina Ayurveda).

árbol neuronal, de Salvador Guirona.